lunes, 7 de mayo de 2012

Mi confrontación con la docencia...


Claustro del antiguo Convento de San Jerónimo


Estudié en la Universidad del Claustro de Sor Juana, ubicada en el Centro Histórico del Distrito Federal, la Licenciatura en Ciencias Humanas, concluyendo hacia 1984. Por aquellos años los cuatro grandes campos del saber humanístico, la Historia, la Filosofía, el Arte y la Literatura, llamaban poderosamente mi atención, y por ello me vi concluyendo estos estudios con muchos planes para laborar, aunque no tanto dentro de la docencia.
Para 1985 decidí incursionar en la docencia, más como una opción accesoria que como una ocupación de tiempo completo. Y en poco tiempo estuve prácticamente todas las mañanas impartiendo clases en una escuela particular, incorporada a la Universidad Autónoma del estado de México, del municipio de Tlalnepantla.  Sobre todo trabajando con asignaturas como Lógica, Doctrinas Filosóficas, Historia de México e Historia del Arte.
Desde entonces descubrí que la docencia era una actividad motivante, un reto a mis capacidades para comunicar conocimientos y despertar interés en los jóvenes por las humanidades, así como lograr que cada uno formara lo que ahora llamamos competencias para la vida, y que en aquella época era el despertar de una conciencia a los valores y a una conducta humanizada.
Así fueron pasando los años y luego fueron décadas hasta que estuve nuevamente instalado en mi ciudad natal trabajando con jóvenes y buscando los mismos ideales que cuando era apenas egresado de mi carrera: la concreción de los principios humanísticos: la verdad, la belleza, la justicia, etc.



Ser profesor fue y seguirá siendo para mí, una oportunidad inigualable para invitar a las generaciones de mexicanos jóvenes a tomar conciencia y adoptar una conducta orientada al cambio, encaminada a mejorar de muchas formas nuestra calidad de vida, a buscar en la cultura y la ciencia las herramientas para lograr las metas más altas que nuestra comunidad pueda concebir.
En cuanto a la educación en el nivel medio superior puedo decir que es uno de los más interesantes porque se trata de personas que precisamente, han adoptado ya, o van a adoptar, una postura frente a la vida, frente a su entorno social, político, económico,  y que en ocasiones una sola clase o un tema referido en el aula va a ser determinante para que el joven o la jovencita decida cuál va a ser su profesión o su labor como ciudadano.
Por lo señalado, los motivos de satisfacción o de gusto por esta profesión pueden ser muy variados, desde haber aclarado una palabra, o un simple dato que no era muy luminoso para la mente ávida de conocimientos de un grupo o de uno solo de mis alumnos, hasta la realidad de un joven que habiendo concluido su carrera me detiene en la calle y me saluda con el gusto reflejado en su rostro y recuerda una de mis clases igualmente con una sonrisa.
La insatisfacción viene muchas veces de ver cómo durante un semestre no es suficiente el tiempo para incursionar en un tema que en ese momento es de gran importancia o relevancia por el contexto histórico. También en ocasiones lo planeado no se lleva a cabo por diversos factores sobre todo externos: suspensiones de clases, inclemencias del tiempo, etc. A veces simplemente los jóvenes tienen su atención en otras cosas y hay que remar contra la corriente para lograr que valoren la importancia de lo que están aprendiendo.
La cuestión de la disciplina: por lo general los jóvenes hoy parecen presentar una tendencia a no poderse concentrar mucho tiempo en la exposición de un tema, entonces después de unos minutos, gustan de platicar o distraerse con cualquier cosa.
La disciplina se convierte en algo importante para poder corregir conductas desde un inicio. Pero esa disciplina tiene que ser llevada a cabo como un acuerdo no como una imposición.
Conclusión:
En general como balance de estos largos años en la docencia puedo decir que es una actividad muy estimulante y satisfactoria, no puede decirse nunca que sea rutinaria y jamás podrá decirse que es limitante, al contrario siempre se podrá mejorar una clase, y cada ciencia avanza a paso veloz por lo que la actualización de conocimientos siempre será necesaria y no sólo posible.
La enseñanza aprendizaje además resulta hoy imprescindible como solución a los grandes problemas sociales que enfrentamos. No vamos a poder superar esos grandes males si no existe en todas las generaciones de jóvenes por venir, una educación cimentada en valores.

sábado, 5 de mayo de 2012

La zona arqueológica de Izapa

Zona arqueológica de Izapa Grupos A y B

Estela de Izapa
Mapa del Estado
Ubicación de Izapa
A la derecha una de las 90 estelas encontradas en la zona

Montículo que rodea al cuadrángulo principal

Monolito de un ser emergiendo de la tierra...

Río Izapa

Los saberes de mis estudiantes


Los estudiantes del Conalep Huixtla, en su mayoría, saben utilizar las TIC’s y la Internet. Consultan continuamente información relativa a los módulos que están cursando y obtienen material que luego procesan para sus trabajos escolares. En ocasiones, como ocurre también cuando no está muy sistematizado el trabajo, la información sólo es copiada y pocas veces leída o analizada por los jóvenes.
La investigación sería la actividad más importante si no fuera porque los jóvenes utilizan las TIC para enviar y recibir continuamente mensajes de todo tipo. Las redes que ahora sirven también a ese propósito presentan una oportunidad que antes no tenían de una comunicación continua sin que prácticamente les cueste un centavo.
Por ello se podría proponer como estrategia que ellos mismos investiguen y propongan nuevos materiales y actividades que sirvan de complemento a su formación pero que también reoriente esta actividad casi compulsiva de estar enviando mensajes sin ton ni son, por una que presente un punto de reflexión y análisis basado en el conocimiento.
Se podrían proponer, por ejemplo, algunos videos de reflexión para que luego abran un debate a través de las TIC’s acerca de los valores y de las normas sociales y que después de un tiempo determinado se llegue a una conclusión.
La evaluación de todo el proceso podría ser por parte de ellos mismos y nuevas propuestas a cargo de otros jóvenes.
Ahora también con la posibilidad de entrar en contacto con jóvenes de otros planteles del país a través de este tipo de publicaciones.
No hay límites para la imaginación... ¿No creen?
Francisco Rincón.